Es fácil darse cuenta que los ordenamientos territoriales alrededor del mundo, en específico la urbanización, dejan de lado la delicada balanza donde se dan los nichos ecológicos de diferentes especies, es decir, las intersecciones de condiciones edafológicas, atmosféricas, de vegetación, así como el uso y tipo de suelo que dan como resultado un contexto y definen las características para que determinada especie pueda habitar. En este sentido, se puede discernir que el nicho ecológico de la especie humana se construye en un artificie, es decir, es imposible ignorar que se vive continuamente en cautiverio provocado. En países que se desarrollan en latitudes con inviernos crudos de hasta -50 °C, difícil de soportar sin la infraestructura de calefactores o la fabricación desmedida de artefactos dirigidos al consumo, se observan emisiones contaminantes desmesuradas, además, claro, de la búsqueda de una geolocalización estratégica de la industria, para vivir de la miseria que genera el orden actual de las fronteras, con base en la política y el estatus por el nombre de una determinada nación, por mencionar algunos.
Entonces, ¿se debe ver hacia una nueva perspectiva territorial con base en los intereses colectivos y no en la politización de los recursos? Definitivamente es una pregunta importante en cualquier sentido: político, social o, incluso, ambiental. Tocar una de las aristas para contestar esta pregunta es, sin lugar a duda, un camino que eventualmente nos llevará a unir una con la otra. Obsérvese qué pasaría cuando un árbol cubre el sol con su follaje, sencillamente la vida debajo de este cambiaría drásticamente o sería casi nula, ahora. ¿Esto se debe a una “invasión” por el follaje del árbol? La respuesta a esta pregunta requeriría una explicación biológica bastante compleja, aunque es simple entender que no se trata propiamente de una invasión, siempre y cuando la especie sea endémica. Importante palabra esta última pues al ser endémico, entonces, ¿tendría más derecho de instalarse, crecer y desarrollarse? Definitivamente haría falta mucho espacio en este texto para darle respuesta de forma adecuada a estas importantes preguntas, sin embargo, se puede elaborar una analogía de la palabra endémico con la palabra nacionalidad, es decir, la cantidad de derechos u obligaciones que tenemos dentro de un territorio se encuentra en relación con la nacionalidad de cada individuo, aunque ninguno de nosotros, endémicos de nuestro país y región, busca cómo hacer una retroalimentación con el medio tal como lo hace el árbol que cubre el sol con su follaje. ¿Qué pasaría si, por el contrario, fuera una especie no endémica? Entonces se diría que es una especie invasora, esto es, una especie que se caracteriza por la capacidad desmedida para colonizar y extenderse en diferentes hábitats naturales (Olga León, 2009).
Invasión
La idea anterior nos podría llevar a construir una analogía del nicho ecológico para la especie humana y en qué regiones se comporta como una especie invasora. Por supuesto, existe una infinidad de factores contextuales capaces de definir esto. Conviene observar específicamente el confort térmico, por ejemplo, el cual dependerá de factores como pérdida de energía promedio, tipo de actividad, talla e incluso metabolismo, para poder llegar a calcular en qué momento existe el disconfort térmico Esto lleva a entender que, incluso para entender estándares de confort, se toma en cuenta el equipamiento del edificio, para conservar una comodidad térmica, en este caso, hay un entorno artificial o de cautiverio, por lo tanto, tendríamos que sacrificar el contexto natural (ambiente), con emisiones a la atmósfera, con tal de conservar el nicho ecológico o, al menos, el confort térmico (Bruno Arballo, 2016). La actividad antropogénica, para mantener nuestro confort, provoca estas emisiones, las cuales resultan invasoras para aquellas especies que no solo podrían inhalar concentraciones atípicas de ciertos gases, además, hacen uso del espacio que ocupa la infraestructura capaz de mantener el estándar de confort. El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), señala que en 2018 la temperatura mundial inducida por la actividad antropogénica creció hasta en un 1.5 °C, lo que impacta el aumento de peligros naturales, es decir, repercute en la probabilidad de recurrencia de algún fenómeno natural en específico que se catalogue como amenaza (lluvias extremas, sequías, etc.), además de incrementar fenómenos relacionados con la temperatura, como ondas de calor, por mencionar alguno (IPCC, 2018). Aclaremos que todo lo anterior afecta a diferentes especies pertenecientes a la fauna y a la flora. Este impacto ahora se puede entender como una invasión humana a los nichos ecológicos de muchísimas especies, entre ellas la misma especie humana.
Nuestro nicho
La temperatura es, sin lugar a duda, determinante para la supervivencia de la especie humana y sería muy complicado definir que vegetación o tipo de suelo se necesita para su supervivencia, ya que se tiene la posibilidad de la resolución de problemas en condiciones adversas. Si se restringiera el nicho ecológico de la especie humana a la temperatura, podría suponerse, por ejemplo, que su establecimiento dependería de qué tan cálido o frío es un lugar, lo que conduce a cuestionar porqué la humanidad se establece en regiones donde las temperaturas durante los meses más fríos están por debajo de los -50 °C y en los meses más cálidos por arriba de los 40 °C. Independientemente de todo el contexto, la respuesta es: porque puede. Tan es así que, aunque en verano (estación del año más cálida) la temperatura de las regiones más cercanas a los polos está por debajo de los 25 °C (figura 1), cerca del 40% (figura 2) del consumo de generadores de aire acondicionado y refrigerantes está hecho por países en esas latitudes. Si se ve detenidamente esta idea, la figura 1 se muestra la distribución de las temperaturas por región en el mundo, En ella se puede notar que este 40% del consumo lo realizan, en su mayoría, países “desarrollados” que teóricamente no lo necesitarían, pues tienen temperaturas alrededor de los 25 °C (regiones delimitadas por las líneas verdes) en los meses más cálidos. Se debe acotar que si en temas de salud pública y alimentación se necesitaría aire acondicionado y refrigeración, es cuestionable si sería este 40% del consumo mundial registrado por la Asociación de la Industria de Aire Acondicionado y Refrigeración de Japón o The Japan Refrigeration and Air Condition Industry Association, (JRAIA , por sus siglas en inglés) (JRAIA, 2019).
La conclusión
El conocimiento de este pequeño ejemplo conduce a reflexionar acerca de qué tanto y de qué maneras estamos invadiendo el planeta, porque esta invasión podría ser algo de lo cual no nos estamos percatando. La industria y el desarrollo tecnológico deberían ayudar en el buen desarrollo de la humanidad. Con esto nos referimos a hacer el esfuerzo de usar la percepción tecnológica y sensorial automática de la que disponemos, es decir, es responsabilidad de la humanidad dejar de ignorar el medio y el contexto, así como dejar la politización de las decisiones mundiales basadas en intereses sesgados, de tal manera podrá construir una realidad diferente, para, entonces, tener una mejor calidad de vida con un mejor nicho ecológico. Debemos ir de la mano.
Bibliografía
Bruno Arballo, E. K. (2016). Evaluación de modelos de confort térmico para interiores. Desarrollo Tecnológico regionalmente sustentable, https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-07002019000200030.
Fick, S. a. (2017). WorldClim. Récupéré sur WorldClim 2: new 1km spatial resolution climate surfaces for global land areas: https://www.worldclim.org/data/worldclim21.html
IPCC. (2018). Framing and Context. In: Global Warming of 1.5°C. An IPCC Special Report on the impacts of global warming of 1.5°C above pre-industrial levels and related global greenhouse gas emission pathways, in the context of strengthening the global response… Dans M. O.-D. Allen, Chapter 1 (pp. 49 – 91).
JRAIA. (2019). World Air Conditioner Demand by Region. Tokyo, Japón: The Japan Refrigeration and Air Conditioning Industry Association. Olga León, O. V. (2009). Las especies invasoras: un reto para la restauración ecológica. https://www.researchgate.net/publication/264557346_Las_especies_invasoras_un_reto_para_la_restauracion_ecologica, 19 – 306.