Ceiba será el buque de carga ecológico más grande del planeta.
Nos situamos en Punta Morales, de cara en la costa al pacífico del país centroamericano. Ahí, instalados en un astillero espontáneo, se encuentra la comunidad de creadores que implementan este proyecto.
La iniciativa, construir el buque de carga más grande del planeta, completamente hecho de madera.
Con esta innovación ecológica de Costa Rica y, de la empresa Sail Cargo Inc. de Canadá, el objetivo apunta a palear las emisiones de gases de efecto invernadero generada por la industria naviera global.
Además, el objetivo se amplifica cuando se trata de transmitir un mensaje de cómo virar a esta ingeniería jamás pasada de moda, útil, vigente y efectiva de cara al futuro.
Con una inyección en el presupuesto de 4 Millones de dólares y, con la iniciativa de inversionistas y constructores de diferentes países, se edifica un buque de madera que navegará por las rutas marítimas comerciales, tal y como lo hacen los buques modernos, pero una vez más, sólo con las fuerzas del viento y sin ayuda de los combustibles fósiles.
Las navieras, cada vez más bajo presión, intentan reducir las emisiones, lo que ha llevado a las mentes creativas y emprendedoras, a buscar variantes de un modelo cada vez menos aceptado.
Si el transporte marítimo fuera un país, sería el 6to mayor contaminante climático del mundo. También, estaría en la 4to sitio del ranking de emisiones de CO2 desde que comenzó la era industrial. Hoy en día, el 90% del comercio mundial, se realiza a través de los mares. De esta manera, la industria del transporte marítimo plantea su evidente mudanza a la electrificación.
Nombrado Ceiba, originalmente asentado a la cultura maya y al árbol de la vida, el poder de su significado nos recuerda la fuerza, búsqueda y la esencia de nuestra propia existencia a través de los mares.
Sus dimensiones son 45 metros de largo y 35 de alto. Podrá transportar hasta 270 toneladas, además contendrá en su interior dos motores eléctricos, que serán alimentados por baterías o por células de hidrógeno.
Danielle Dogget, confundadora de Sail Cargo Inc, es la encargada de darle voz y difusión al proyecto. Su planeación, será que el velero ecológico pueda ser un transporte de carga, que recorra rutas marítimas comerciales desde Costa Rica a Canadá, pasando por México y EEU. O bien, desde Perú hasta Alaska.
Además de ofrecer servicios de transporte de productos sostenibles, la meta incluye, ser el primer barco de carga, libre de emisiones en la historia del planeta. Una insignia de Costa Rica en su lucha por el cambio climático y el futuro.