La capital neoleonés se aproxima al día cero, condición que se establece a la área metropolitana densamente poblada en alcanzar desabasto y escasez de agua, menor al 12% en sus sistemas de almacenamiento. Sería la primera gran ciudad del país en alcanzar tal situación.
Solo 8 días de abasto de agua restaban de su capacidad a la presa La Boca, infraestructura que provee el vital líquido a la zona metropolitana de Monterrey, fue el informe del 16 de marzo realizado por las autoridades competentes.
Justo el día 22 de marzo, en el día internacional del agua, los gobiernos locales proponen cortes al servicio de agua potable en la ciudad. Un decreto para reducir su uso de 100 a 50 litros por habitante.
Similar situación sucedió en 2018 en ciudad del Cabo, Sudáfrica. Fue la primera ciudad del planeta declarada en alcanzar el día cero. Más allá de las controvertidas medidas tomadas por el país africano, una serie de ciudades han repetido un patrón de sequía a nivel planetario.
No obstante, ésta aterradora situación no se ha presentado de golpe. Monterrey es uno de los epicentros industriales del país y la segunda ciudad más poblada de México. La iniciativa privada y el cluster industrial del norte, cuenta con pozos privados al menos desde el año 1992, cuando se benefició al sector con la aprobación de la ley de aguas nacionales (LAN). Facultades extraordinarias otorgadas qué, en 2022, cumplen 30 años y son próximas a vencer.
La sobreexplotación del recurso hídrico llevada a cabo por el cluster industrial de manera gradual, más la falta de lluvias, la falta de iniciativas dirigidas a la implementación de sistemas de captación de agua y saneamiento; mejoras en fugas y mejoras en la distribución del agua metropolitana; han llevado a la ciudad capital y el resto del estado de Nuevo León, a convertirse en uno de los territorios con mayor estrés hídrico.
A nivel nacional, el balance tampoco es muy favorable. Una docena de ciudades de la altiplanicie mexicana y ciudades de las regiones costeras, presentan riesgos altos a extremos por estrés hídrico: La Paz, Hermosillo, León, Querétaro, Cuernavaca, Saltillo, Chihuahua, Los Mochis, Guadalajara, Puebla, Aguascalientes, León y Ciudad de México; entran en el cuadro Overall Water Risk 3-4, categoría asignada en los mapas de riesgo.
La sobreexplotación de las corporaciones para la producción industrial, minera y agrícola; la embestida por el cambio climático, entre otros, ya han generado estrés en el sistema, huella hídrica y sequías, con consecuencias graves para los ecosistemas naturales y colapsando los núcleos urbanos.
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