Si el comercio planetario a gran escala alcanzo un ciclo final, la relocalización será el comienzo de un comercio regional acotado pero no menor.
Derivado de los recientes acontecimientos de orden geopolítico que aquejan al planeta, el comercio internacional intenta mudarse a una nueva configuración. La nueva fase reagrupa las redes logísticas y las cadenas de producción.
“Nearshoring” [relocalización], es el concepto molde que reubica la inversión y luce bien para aquellos países que mantienen un privilegiado sitio en la geografía.
Este proceso, aparentemente, tiene el potencial de aportar grandes beneficios a la economía regional y a sus participantes, desde una mayor eficiencia económica hasta una mayor estabilidad económica. En ese sentido, México es el horizonte occidental más prometedor para atraer la inversión y la producción por su ideal cercanía con los Estados Unidos.
La nueva fase multipolar hace atractivo al país azteca, entre otros factores, para ser el destino de los procesos de fabricación de los autos eléctricos, con el aval de transformarse en una nación productora de litio a mediano plazo.
Estos triángulos de producción, vienen acompañados con grandes obras de infraestructura en vías de comunicación, energía, servicios y una red de proveeduría cercana con la misma zona horaria. Un tripié entre las inversiones publico-privadas y la inyección de un plan de desarrollo educativo.
Sin embargo, el tratado RCEP (por sus siglas en inglés Regional Comprehensive Economic Partnership) es el acuerdo comercial regional más grande del mundo integrado por 15 países de Asia- Pacífico, con miras a obtener título del polo comercial y económico más exitoso del planeta.
El reto para los países que integran América del norte, aún es mayor cuando se mira en el horizonte las recientes alianzas estratégicas y comerciales del gigante asiático, China, con la nueva ruta de la seda y los más recientes acuerdos entre Irán y Arabia Saudita.
Si la región propia cuenta con un plan ambicioso, México es el candidato más viable para albergar un hub tecnológico que lo lleve a las grandes ligas, con la proveeduría de componentes y autopartes de la industria ya establecida, la transferencia de tecnología y sobre todo, la activación de la industria de semiconductores como un plan gubernamental.
La siguiente generación de autos eléctricos también demandará mano de obra calificada. Una oportunidad para que la educación universitaria eleve sus capacidades de formación de manera descentralizada, con un enfoque en áreas de tecnología aplicada permitiendo llevar a la nación a una nueva fase de la revolución tecnológica y superar el status de un país exclusivamente maquilador.
El nearshoring, en su concepto base, refiere al tipo de subcontratación o externalización de actividades con salarios más bajos que el país de origen. Además, comercialmente se obtienen muchas ventajas de los elementos institucionales; bienes, servicios, materias primas, grandes extensiones de tierra, agua y minerales.
Fabrica Seca
Con la llegada de Tesla a Monterrey, la demanda de agua será aún más alta en la zona metropolitana, una región que presenta el estrés hídrico más alto del país.
Los indicadores de consumo y uso de agua en los procesos de fabricación de un auto, están en el orden de 5000 litros por unidad, en una entidad donde los valores preliminares de recarga de recurso hídrico en el año 2022, fue de 400.7 milímetros, demostrando que no basta con las precipitaciones otoñales. Las trasvases y presas que comprenden la región, también presentan una perdida 5% solo por evaporización.
¿Cómo lograría la industria de los autos eléctricos funcionar de manera eficiente en un escenario de crisis climática?
Una de las plantas de producción más grande del mundo, también una de las más grandes consumidoras de agua a gran a escala, esencial para la fabricación de productos.
Para que ésta enorme corporación pueda funcionar de manera eficiente, la agenda incluye una serie de tecnologías que puedan favorecer al problema del agua.
Desde el año 2015, el sector se ha comprometido a tomar acción e implementar una serie de medidas que, en teoría, no afectarán a las poblaciones, ciudades y comunidades, respecto al uso del agua.
Para consulta:
Preliminares año 2022 conagua.gob.mx