Métricas del clima extremo: las claves para la acción humana

El clima extremo es la nueva normalidad. Ahora es más cálido, más frío, más seco, más intenso y con temporales más largos. En el norte, sur o trópicos, se han alcanzado nuevos registros.

De distintas latitudes del mundo, científicos habían advertido continuamente sobre el aumento de las condiciones climáticas extremas y, pese a ello, cada vez que ocurre un desastre, la siguiente pregunta aún es: ¿Esto es consecuencia del cambio climático?

Lo que acontece este verano en el suroeste de Alemania y Europa central, regiones de China, EEUU, México y Latinoamérica, nos insta a buscar soluciones en nuestra capacidad de organización social e interacción con el medio ambiente. También, ejercer presión a los gobiernos propios para alcanzar un marco climático global eficaz y actualizado, proveniente de las sociedades y no de las corporaciones globales.

Se han señalado diversos factores que dan origen a las perturbaciones climáticas que causan mucho daño a la vida y la propiedad, lo que a su vez causa problemas para la salud y la economía. No obstante, ésta última, en su modelo sistemático de crecimiento, necesita además de una revisión a fondo, un cambio real.

La ONU, en el informe ODS de 2018, ya anunciaba que “las economías han agotado la capacidad delos ecosistemas del planeta para gestionar los residuos generados por el consumo de materiales y energía”. “Disociar el crecimiento económico del consumo de recursos es uno de los retos más complejos y cruciales a los que se enfrenta la humanidad hoy en día”. Sin embargo, la fijación por el crecimiento la celebran políticos y economistas de todo el mundo, como el factor clave para que la economía siga creciendo. Se nos dice qué, sin consumo, no hay crecimiento económico.

El margen adicional

El régimen comercial de bonos para derecho de emisiones de CO2, y el margen adicional de emisiones, no ha frenado el crecimiento de gases carbónicos en la atmósfera. En un periodo de 3 años, hubo un incremento de 6 mil millones de toneladas de C02, pese a la pandemia y el paro del tráfico aéreo a nivel internacional.

La capacidad de “data”

En 250 años, el ser humano ha logrado aumentar la temperatura del planeta 1 grado celsius. Mucha de esta información es estudiada por estaciones meteorológicas de todo el globo. También están las mediciones hechas por satélites que orbitan el planeta, donde, con la ayuda diferentes tipos de laceres, se puede obtener información sobre la interacción de las 5 capas que integran la atmósfera, en una escala descendente a nivel terrestre.

Las señales son convertidas en unidades e indicadores numéricos, para después, usarse como materia prima de los científicos, y tratar de descifrar los datos que producen los fenómenos y anomalías del clima.

Con estos centros de información se puede monitorear:

  • El nivel del mar
  • La concentración de gases en la atmósfera
  • Radiación Solar
  • Actividad Solar
El satélite Discovery, completa una vuelta a la tierra en un lapso de 90 minutos, con dirección del polo norte al sur. Su objetivo es registrar un masivo mapeo de datos, gracias al uso de un poderoso laser que emite 20 pulsos por segundo. El modelo se elabora posteriormente en un render y, con los datos gráficos, se puede medir (entre muchas otras cantidades) la capacidad de absorción de C0″ en los océanos.

Antecedentes y causas de las condiciones climáticas extremas

  • Desde 1970, nuestra temperatura global promedio ha aumentado 0.9 grados Fahrenheit (0.5 grados Celsius).
  • A escala planetaria, pequeños cambios de temperatura pueden hacer que el planeta se congele o se fríe.
  • A medida que los océanos del planeta se calientan, el aumento de temperatura hace que se evapore más humedad en la atmósfera.
  • Cuanta más agua haya en la atmósfera, mayores serán las posibilidades de lluvias extremadamente intensas.
  • La creciente densidad de población en las zonas rurales se traduce en una mayor generación de residuos. Junto con una mala gestión de los residuos, el resultado son las inundaciones.
  • La continua degradación de los bosques y otros recursos naturales.
  • 85% de las necesidades energéticas mundiales, son cubiertos por combustibles fósiles.
  • Nuestras necesidades de energía está en aumento, la perspectiva se duplicará para el año 2050.
  • Una búsqueda en internet genera una media de 120 gramos de dióxido de carbono. Sí, queremos hacer un calculo, basta con multiplicar por un número etéreo.
  • Un post en facebook, genera una media de 269 gramos de C02
  • El minado de Bitcoin consume 20 terawatts por hora
  • Una sola transacción de bitcoines consume al día, tanta energía como 7 casas en un país similar a Alemania
  • Si internet fuera un país, este sería el tercer mayor consumidor de energía eléctrica en el planeta

Los esfuerzos futuros serán altamente colaborativos

Desde el momento actual donde nos encontramos, debemos alertar a cambios significativos que tengan impacto para el planeta. Un nivel de acción con nuevos enfoques en nuestros comportamientos de consumo que, de una u otra forma, ayuden a mermar el daño infringido al medio ambiente, como gran objetivo futuro de la humanidad.

Los niños, jóvenes y adultos, tenemos el gran reto de generar la fuerza necesaria para alcanzar un cambio de políticas y comportamientos de consumo, que puedan mejorar los aspectos medioambientales a nivel local y regional. La clave está en convertirnos en ciudadanos que identifiquen problemáticas, tomar acción bajo conceptos de organización, creatividad e innovación, como el motor que nos incluya asumir, que de no actuar desde ahora, probablemente tengamos que atravesar el periodo de considerable desorden climático y de supervivencia.

La disolución del sistema existente que hoy impera y conocemos, nos ha dado las señales suficientes que nos conducen a una nueva realidad.

Referencias:

Agenda 21 | Department of Economic and Social Affairs (un.org)

https://unstats.un.org/sdgs/files/report/2018/TheSustainableDevelopmentGoalsReport2018-ES.pdf

Paula Campos
Cofundadora y Articulista de Pulse Coder. Enfocada en tópicos sobre el medio ambiente, bienestar y políticas ambientales.

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