En el año 2001, Richard Foster y Sarah Kaplan, junto con sus colegas de McKensey & Company, realizaron un estudio al desempeño financiero y técnico de más de mil empresas en Estados Unidos. En la tesis se demostraba que aquellas entidades quienes sobrevivieron en un periodo de 40 años tampoco fueron capaces de alcanzar los indicadores aprobatorios del mercado.
En, ”La Destrucción creativa: por qué las empresas construidas para durar tienen un rendimiento inferior al mercado y cómo transformarlas con éxito”, ya se hablaba de un ritmo acelerado de cambio, como el responsable del final de una era de desarrollo corporativo que duró más de siete décadas.
Los datos revelaban que entre más tiempo permanecían en operatividad, peor les iba. El estudio fue presentado diez días antes de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York. No se sabía con exactitud, después del evento que atrajo consecuencias a nivel global, si la nueva fase entrante traería consigo auge y bonanza. Al parecer, lo fue para las empresas que miraron hacia los ángulos correctos.
Según Tom Peters, experto en management moderno, los datos de la vida real demuestran que todo en existencia tiende a deteriorarse: “Solo queda innovar o desaparecer”. La innovación, el entendimiento al nivel detalle, continúa siendo la fórmula por el cuál se navega en periodos de incertidumbre global.
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En retrospectiva, ¿Qué puede hacer un pequeño empresario, un grande director o un nuevo emprendedor, para innovar en la era post covid?
- Las tendencias funcionan
Una tendencia puede ser un caballo; la silla con la que se monta, la ventaja competitiva. Esto en referencia de asumir que el mundo cambia rápidamente. Que lo que ayer funciono no necesariamente lo hará hoy. Por ello se debe plantear estratégicamente, el desarrollo de productos o servicios que los clientes verdaderamente valoren y que su valor sea superior al costo de producirlos. Para esto se puede aprovechar las mega tendencias actuales: la situación por la crisis climática, la solución de problemas de seguridad con tecnología o la comunicación de bajo costo. En megas tendencias, hay grandes oportunidades de negocio.
- Crear valor con una sólida estrategia financiera
Producir productos y servicios con calidad a un costo razonable ya son cosas del pasado, son variables de facto que busca cualquier consumidor. Ofrecer un buen servicio, en un tiempo de entrega corto, garantías y flexibilidad permite retener clientes, pero son cosas que cuestan, consume recursos y también son mínimos indispensables solicitados por cualquier comprador.
El crear valor, anticiparte al mercado, desarrollar nuevos servicios y productos innovadores sí consigue atraer público, pero esto conlleva una minuciosa planeación financiera y un sólido entendimiento de las finanzas del negocio.
Las prácticas contables generalmente aceptadas son insuficientes para tomar decisiones y tener entendimiento sólido de la estructura financiera de una micro, mediana o grande empresa. Es necesario encontrar verdaderos puntos de equilibrio y tener muy claro qué razones financieras son los signos vitales del negocio y cómo utilizarlas para tomar decisiones importantes sobre la inversión en innovación.
Desarrollar nuestra inteligencia financiera es importantísimo para poder innovar en los negocios.
- Enfócate y anticípate
Las lecciones aprendidas en empresas como Apple, Audi, Zara por una parte y Kodak, Ford, Motorola y GAP por la otra, nos han mostrado lo siguiente:
Las empresas del primer grupo se enfocaron en diseño, innovación y tecnología, en las preferencias de los usuarios, en las tendencias y percepciones. También se anticiparon a los nuevos estilos de vida, nuevas tendencias y a la creación de demanda.
Las empresas del segundo grupo, no se enfocaron ni prestaron atención a las percepciones de costo-valor, a los nuevos estilos de vida, ni a entender los nuevos mercados. Padecen graves problemas, pero tampoco tuvieron velocidad para responder a los cambios en las tendencias.
- La información es vital
En la era post covid, el conocimiento e información sufrió una metamorfosis. Si bien ya era vital la prontitud con la que operaba la transmisión, ahora no solo basta la rapidez con la que ésta se expande, también la transferencia del conocimiento ha optado por manejarse de una manera más simplificada.
La enseñanza en las escuelas, universidades, las jornadas de trabajo remoto, el intercambio y la transferencia del conocimiento, adoptaron nuevas reglas: ráfagas de información, sintetizando procesos y ahorrando minutos; Esto abre la mente y permite que la creatividad fluya.
Se puede estar de acuerdo o no, si los métodos funcionan para tal propósito, pero se sabe que un campo nuevo se ha descubierto, donde se requiere la mejora constante del proceso. Quienes puedan encontrar soluciones en este nuevo campo, tendrán la oportunidad de ser partícipes en nuevos modelos de negocio.
Para la actual década, los economistas no abordan una presión estadística para el crecimiento continuo. Se sabe que el decrecimiento y la innovación, se abren paso como el futuro próximo, un nuevo marco teórico que puede ayudar a comprender mejor al mundo y las nuevas fases que se avecinan.
Fuente:
Richard Foster y Sarah Kaplan, Creative Destruction: Why Companies That Are Built to Last Under perform the Market — and How to Successfully Transform Them, New York, NY: Currency / Doubleday, 2001. Una versión más larga de este artículo también apareció en
McKinse y Quarterly 2001