Cantar, bailar, son actos primordiales del hombre. Experiencias directas del cuerpo. Expresiones inmediatas de sus estados espirituales y sus emociones. Paul Henry Lang
Cuando La Catrina Son System se presentó en los festivales internacionales de distintos países de Asia y Oceanía, a finales del 2019, aquellos quiénes presenciaron su espectáculo cayeron en cuenta que no estaban mirando el acostumbrado performance del folclor mexicano. No consistía en la marca de un mariachi tradicional, tampoco de un ballet representando una región característica del país. Visual y musicalmente, se trataba de uno de tantos mexicos aún no muy conocidos, pero con todos los elementos para convertirse en materia de exportación.
Con instrumentos tradicionales del son veracruzano y la huasteca, además de un amplio panel para la fusión de ritmos latinos, con el cultivo beat y secuencias electrónicas, la Catrina sonó poderosa y envolvente.
El impacto visual-auditivo en el público asiático y neozelandés, dada la cosmovisión plasmada sobre el escenario, provocó una sensación sorpresiva con una mezcla de innovación. No obstante, la aceptación fue genuina y total. Las místicas máscaras de calavera, más la ingeniosa fusión musical creada por tres brillantes artistas mexicanos, creó en los espectadores un entusiasmo in crescendo. De pronto, los oyentes deliberadamente festivos, se vieron celebrando una revolución bailable que solo puede producirse en los festivales interculturales.
Estas imágenes vienen a la mente cuando entrevistaba al abogado, músico, arreglista y dj papanteco Alberto Platas, uno de los tres pilares que dan vida al proyecto LCSS.
Él nos platico de las giras y veladas internacionales que experimentaron en Japón, Taiwan, Thailandia y Nueva Zelanda. Con atrevimiento y convicción, en el marco de una celebración cultural internacional, llevaron nuestra bandera y expresiones musicales, narrando historias y demás variantes de la multiplicidad que envuelve a nuestra nación.
La diversificación de influencias musicales que alimentan a la Catrina Son System, en palabras del Platas, -enciclopedia musical y encargado de la base rítmica y demás frecuencias de sampleo- nos da la clave para entender su estilo propio, como una mezcla geográfica que nos conduce a la raíz del son jarocho y la región huasteca, pasando por el caribe; desde Cuba hasta Colombia, de la CDMX hasta Panamá. La Catrina aborda el vehículo sonoro de esta región a la redonda e inyecta, ingeniosamente, esencia electrónica y hip hop.
La originalidad se fusiona con la representación de una festividad insignia de nuestra cultura: La celebración del día de muertos. Esto pudiera explicar el impacto en los espectadores o la asombrosa imagen que proyectaron en aquellas latitudes, pues toda la energía y esfuerzo tuvo como recompensa, el reconocimiento al trabajo de estos genuinos guerreros del arte.

El inicio de la aventura
Esta historia proviene también de una conversación con el fundador y líder del proyecto Andrés Morán: bajista, compositor, artista creativo, productor audiovisual, empresario y voz de la catrina. En 2015, junto a la incombustible energía del músico multi-instrumentista, empresario y productor musical Roberto Valadez, comenzaría la búsqueda del tercer engrane, clave para alcanzar los estándares interpretativos que ambos buscaban para consolidar el nuevo y prometedor proyecto.
Tanto Morán como Valadez, ambos radicados en la Ciudad de México, contaban con la experiencia de Atletia, un proyecto previo fundado con David Cuellar, que los condujo a una gira por Alemania y Republica Checa. En dicha aventura reconocieron sobre el terreno de juego, a los principales participantes de los festivales interculturales: “el público extranjero que gusta del folclor mexicano y latinoamericano”.
La proyección y el potencial de exportar las otras caras de nuestra cultura popular, sonidos del cajón y la jarana; fusionados con los ritmos de cumbia, norteño, huapangos y la célula electrónica, todo ello hacia virar la vista sobre los objetivos del futuro.
La influencia raíz de La Catrina, demandaba encontrar no solo un sonido anhelado, también el contexto de la cultura de diversas regiones con narrativas por expresar y rescatar. De tal manera que la visión del proyecto e ideas sólidas, encontraron mayor firmeza en tierra con la llegada de Platas. Así, integrados los tres ejes, comenzarían la creación del primer single, una pieza que invita a entrar en movimiento, que sube la energía.
Con toda la carga moderna pero con un contexto de nostalgia, la Catrina hace referencia a un personaje admirado en la década de los años treinta, también llevado a las pantallas del cine de oro mexicano: “El Pescador”.
“Nuestra idea sobre La Catrina Son System, consiste en llevar el folclor de México a cualquier parte del mundo. Ser como alebrijes sobre el escenario y crear una atmósfera de impacto en la audiencia del extranjero. Que sea visible las muchas caras de nuestro folclor. Nuestro arte se ha alimentado con mucho trabajo arduo en su núcleo; nos hemos sentado a complementar nuestra ideas, visualizar los elementos que buscamos trasmitir y hacer girar los engranes de este proyecto”, comentó Andrés Morán.
La Catrina Son System está integrada por una alineación fuerte en base, una columna sólida y un ataque emergente. Es un proyecto más de nicho e independiente que se alimenta de la libertad creativa de sus integrantes.
El contexto sociopolítico
La música jamás pasa desapercibida. No es ajena de tomar un rol social con la que se puede describir narrativas y eventos de la realidad que nos rodea. En ese sentido, en la primavera del 2021, LCSS lanzó el single Llora Llora, con la colaboración de Vivir Quintana y Nana Mendoza. Una producción cargada de realidad social conmemorando, no solo el día octavo de mes de marzo – El Día internacional de la mujer– sino además, recordando las profundas heridas del ecosistema social y la epidémica violencia contra las hijas de nuestra patria.
Después de hablar con un padre de familia, a quién le había sido rebatada la vida de su hija, desde una llama interna y con el alma conmocionada, salieron las increíbles líneas que nutren la narrativa en Llora Llora. Su autor, Andrés Morán, me platicó como se unieron ese mismo día con un grupo de amigos quienes decidieron participar en la creación de ésta digna producción, y expresar su apoyo hacia el colectivo en su lucha por la justicia y el estado de derecho.
Con la colaboración de Carolina Dagach, Marcel Llorens, Chris Astudillo y producción de Morán, Llora Llora se ha vuelto también un extraordinario material para la lucha.
Es un homenaje a una de las misiones más loables. Decididas, miles de madres, hijas, hermanas, salen a las calles año con año para manifestar el hartazgo de la injustica e impunidad. En la unión, organización y fuerza social, ellas han logrado un lugar en la historia.
Un nuevo proyecto
“Nuestro ADN musical no podría alejarse de aspectos sociopolíticos, la Catrina es el contraste entre el barrio y la cultura. Es por ello que también tomamos postura y construimos canciones que puedan hablar de los problemas actuales que nos afectan a todos”. Comentó Roberto Valadez, un eje fundamental de la agrupación y fundador del estudio Multiverso Rec, con quién platique más a detalle los planes y retos de la agrupación hacia el futuro.
“México te pica. Como sociedad, somos luz y oscuridad. Nuestra contribución artística es una gama de aspectos que pueden bailarse, pero también, es un granito para no olvidarnos de la hostil realidad que nos afecta a todos. En ese sentido, también deseamos expresar lo que vemos”.
Roberto es un artista que busca rescatar la música auténtica de México. Resiliente, optimista y echado pa’ lante, me platicó de su maestra de música folclórica, Anastacia Guzmán, quién fue una de las personas que más influyó en su amor por la música huasteca.
“El músico actual es multidisciplinario. Tienes que pegarle a todas las áreas: producción, promoción, marketing, redes, portadas, videos, maquetas, etc. La dedicación es total, pero a la vez, estamos creando mayor valor agregado a nuestra música”.
Después de dos años de pandemia y dificultades de logística, vuelven los bríos, la fuerza, la energía y la carga para la creación de “Patria”, el nuevo proyecto de la Catrina Son System, un nuevo disco que cuenta con 6 tracks y que luce prometedor.
Con temáticas sociales, nuevos aspectos, nuevas frecuencias, mayores deseos de creación, pero conservando la fórmula, “Patria” estará pronto con vida. Mientras tanto, deseamos todo el éxito a La Catrina Son System. La contundente, sólida y emergente agrupación de la Ciudad de México y del estado de Veracruz, quienes tienen la misión de llevar nuestra música y el folclor, a escenarios lejanos.
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