Hace algunas semanas atrás me vi envuelto en una conversación en la que al parecer, y sin previo aviso, fui cuestionado por mis intenciones de realizar propuestas, plantear ideas, esquemas y acciones favorables que contribuyan a mejorar la situación hídrica de mi ciudad, de cara a una primavera que pinta complicada por falta de disponibilidad de agua.
Desde luego, el poco éxito de esa conversación se puede explicar por los siguientes factores:
- Las personas se retraen de la realidad ante escenarios complejos
- Existe poca divulgación sobre la cultura del agua
- Vacíos de información o desinterés en el tema ambiental
- Verticalidad política
- Credibilidad solo a instituciones
Este tema es un acercamiento con quienes puedan identificarse de la misma forma que lo hace un colectivo. Es un impulso dirigido a aquellas personas preocupadas por la situación de escasez de agua hacia el futuro.
Por lo general, el entendimiento e interacción de las conversaciones se establece de manera más armónica, siempre y su vez, se haga con personas de un perfil académico afin, quienes comparten un entendimiento relacionado por la formación. No obstante, la vanguardia del conocimiento se sitúa cada vez más en el estudio de los Sistemas Complejos. Nuevos planteamientos que incluyen al sujeto como motor de acción, producción, solución y cambio.
Por tal razón, la mayor cantidad de divulgación posible podría facilitar el entedimiento y generar el estímulo social para enfrentar este colosal reto.
Actualizarnos y mantenermos en la vanguardia del conocimiento, incluye un binomio entre el sujeto y las administraciones, creando marcos para la innovación pública.
El análisis arroja lo que es, no lo que debería ser
En los años más recientes, el acceso al agua potable se ha convertido en un problema estructural para la ciudad de Xalapa, a pesar del promedio anual de lluvia en la región que está en el orden de 1500 milímetros por metro cuadro (parámetro del año 2021/ Conagua).
Pero más alla de indicadores anuales conocidos, algo esta cambiando. Los sistemas de precipitaciones tiene variaciones y márgenes cada vez más irregulares. Esto significa que las lluvias se retrasan y en otros casos, arrojan mayor volumen de agua modificando los parámetros conocidos.
Esto tiene un impacto directo en el medioambiente. Las ciudades de han convertido en grandes extensiones de cemento que imposibilita el sano funcionamiento del suelo y del ciclo hidrológico.
Sin embargo, uno de los problemas más críticos del actual modelo de distribución hidráulica, es el desperdicio de agua por fugas en las redes subterráneas.
La detección de fugas subterráneas es una de las tareas más complejas y casi imposible de resolver, pues la mayoría de ellas se detectan de manera visual. En otros casos se detectan por el hundimiento del suelo o por la formación de socavones.
Grupos Multidisciplinarios
Los organismos de Gobierno, facultados para la praxis administrativa, enfrentan problemáticas cada vez mayores. Son los encargados de la operatividad establecida desde la concepción estructural. Sin embargo, su eficiencia y respuesta para la resolución de problemas necesita apoyo y nuevos enfoques.
Por otro lado, las entidades académicas cuentan a su vez con ecosistemas y observatorios de investigación. Han logrado positivamente, penetración e interacción social. A pesar de ello, los marcos teóricos propuestos muchas veces no logran cohesión, sea por un alto grado técnico o metodologías sin apego a las condiciones locales, la falta de entendimiento, etc.
El despertar de un tercer pilar son las organizaciones multidisciplinarias, quienes plantean alternativas fuera de caja. Comunidades que entienden las complejidades de los entornos sociales y medioambientales, pero con una proyección pública. Su nivel de organización parte del marco de las sociedades del conocimiento.
Sociedades del conocimiento
Este abarca dimensiones sociales, éticas y políticas mucho más amplias. Según la UNESCO, las sociedades del conocimiento tienen que ver con las capacidades para identificar, producir, procesar, transformar, difundir y utilizar información para construir y aplicar conocimientos para el desarrollo humano.
Requieren una visión y participación social (Fuente: Oficina Internacional de Educación).
La configuración de estos grupos puede establecerse como iniciativas, comunidades, cooperativas, coordinadoras, etc. También cuentan con herramientas y competencias digitales. La analítica parte de la observación de variables físicas y la medición.

Con la firme intención de fomentar la cultura hídrica en la ciudad, el tercer foro El Futuro del agua: Xalapa y la región central, abordará nuevos esquemas, modelos y análisis del problema, con una justificación genuina además de enfoques basados en la observación e innovación tecnológica.
No importa tu profesión o tu filosofía de vida, existe toda una serie de parámetros en los cuáles todos podemos involucrarnos, particularmente si del futuro del agua se trata.
Para consuta: