¿Qué hay de bueno allá?
allá donde habitan los sueños,
donde están nuestros deseos,
donde las cosas paracen ser mejor de lo que son aquí y ahora.
Esta es la tercera entrega de fragmentos: El sueño.
En un pasillo largo de la cárcel, los cuartos detrás de las rejas tienen literas con unas colchonetas delgadas. Un policía escolta al nuevo reo al cuarto 37 al final del pasillo. Toca un par de veces la reja con su macana para que el preso, que se encuentra dentro, sepa que van a entrar.
Sin decir ni una palabra, saca sus llaves y abre la reja. El reo entra lentamente, el policía se recarga en la pared mientras lo mira detenidamente con indiferencia. Para él resulta muy protocolario este suceso. Una vez dentro, cierra la reja y se queda fisgoneando un momento. Se retira lentamente con pesadez y fastidio.
El reo nuevo entra confiado, sabe que debe apropiarse de la situación y fingir el menor rasgo de miedo e intimidación. El reo viejo lo mira de reojo.
– Viejo reo: ¿cuánto?
– Nuevo reo: Titubea, con voz baja dice 10
– Viejo reo: ¿Qué?
– Nuevo Reo: Diez.
– Viejo reo: ah, pues ponte cómodo, los años pasan lento.
– Nuevo reo: ¿Qué? ¡No! Me dieron 10 días solamente, no años.
– Viejo reo: Ay por Dios, entonces relájate. Ríe.
– Nuevo reo: ¿Tu pasarás 10 años? ¿cómo puedes estar tan relajado?
– Viejo reo: Que solo me faltan 3…
– Nuevo reo: Claro, eso quise decir.
– Viejo reo: Saliendo me mudaré a Canadá. Eso me tiene relajado. ¿has escuchado hablar de Canadá?
– Nuevo reo: muy poco, ¿qué hay de bueno allá?
Viejo reo: trabajo bien pagado, puras güeras, casas grandotas y con calefacción.
Nuevo reo: ah… No ha de ser fácil conseguir todo eso.
Viejo reo: truena la boca y pinta los ojos para arriba.
Nuevo reo: Con miedo. Pero suena bien, suena muy bien…
Viejo reo: Ni te esfuerces, nadie lo cree, pero yo sé que voy a encontrar buen jale allá. Voy a salir de aquí y voy a ser jodidamente feliz con una de esas güeras.
Nuevo reo: Sonríe. Lo vas a lograr.
Viejo reo: ¿tú qué vas a hacer saliendo?
Nuevo reo: …
Viejo reo: ve pensando, ya te quedan 9 días… Se queda pensando ¡Uta! Hasta parece que te dieron un premio…. ¡Ya ni la chingas! Valora tu tiempo wey… Ya me encabroné, duérmete, no hagas ruido.
Nuevo reo: Se recuesta tímidamente y con lentitud para no hacer ruido.