Cuando hablamos del mundo de hace 10 años probablemente lo percibimos como algo no tan lejano en nuestras vidas, sin embargo, el mundo sí que se ha transformado en esta última década; social, cultural y tecnológicamente hablando, diez años representan una gran brecha en muchos aspectos. Modas llegaron y se fueron, ideas evolucionaron o desaparecieron, tecnologías y empresas que parecían tener asegurada su permanencia en el mercado hoy son sólo historia. Artistas que probaron las mieles del éxito actualmente son un vago recuerdo en el colectivo. Y es que, así es el orden natural de las cosas en un mundo en constante evolución y movimiento. Estos aspectos mencionados forman parte de la dinámica humana moderna e industrializada, y así seguirá siendo, aunque a veces nuestros apegos emocionales al pasado nos hagan nostálgicos por otras épocas donde creemos que “los tiempos eran mejores”.
Fue pues, esta nostalgia colectiva, la que ayudó a que se consolidara un género musical disruptivo que inicialmente a modo de crítica, de evocación o de parodia; utilizó elementos de la cultura pop de los 80’s 90’s y de principios de los 00’s para atraer a los millennials principalmente, ya que esta generación estuvo presente entre esas tres décadas y se pudieron identificar con muchos de los recursos audiovisuales utilizados. Pero también con pequeños detalles como sentir que se está escuchando nuevamente la música en un walkman con baterías casi agotadas o reproduciendo una vieja cinta VHS deteriorada.
Es así como aparece el vaporwave, primero como un experimento que no llegó por la puerta grande de alguna disquera ni con una masiva difusión en medios. Sino en forma de cassette con limitadas copias, lanzado en el año 2010 como Chuck Person´s Eccojams Vol. 1, este álbum sentó las bases de lo que poco después se denominaría formal y consensuadamente como vaporwave en foros de internet.
Sin mucho ‘eco’ en ese año más que por contadas comunidades de frikis que gustaban de propuestas novedosas o experimentales, le sucederían trabajos similares de otros entusiastas inspirados por el estilo cuyos trabajos fueron publicados en internet. Es el año siguiente, el 9 de diciembre de 2011, cuando aparece Floral Shoppe de Macintosh Plus, autora también conocida como Vektroid. Propuesta que deja notar la inspiración de Eccojams, pero con un trabajo de producción mas pulido, Floral Shoppe se convertiría inmediatamente en la referencia obligada del genero vaporwave hasta estos días.
De los tracks de este álbum destaca el número 2, en el minuto 3:24 llamado リサフランク420 / 現代のコンピュー que consiste en la ralentización, sampleo, algunos loops a destiempo y mucho reverb de la canción it’s your move de Diana Ross, algo que no suena precisamente a una producción muy elaborada resultó realmente interesante pues, con esas pocas intervenciones, la pieza obtuvo un carácter propio, especial y totalmente distinto de la original. Ni mejor ni peor, diferente.
Este track se convirtió en lo que muchos llaman el himno del vaporwave por la rápida viralización que consiguió gracias a todos los memes que de esta pieza se hicieron. Fue esta viralización en redes sociales mas la creciente base de seguidores y la consiguiente oleada de trabajos publicados basados en estas pautas, los factores que consolidaron al vaporwave como un nuevo género musical. Y con la particularidad de ser el primer género desarrollado en el internet.
A partir de este álbum surgieron cantidad de producciones que en muchos casos perfeccionaron aún más el estilo y otros tantos que se perdieron en el mar de lo abstruso.
De la influencia que dejó el vaporwave destaca que se derivan subgéneros como el chillwave, future-funk y synthwave, todos con el elemento retro nostálgico como tónica. También es no menos importante señalar que fue la subcultura del vaporwave lo que impregnó a casi toda esta última década con conceptos de moda retro de los 80’s y 90’s que vimos en trabajos de diseño gráfico, videovisuales, ropa, cine, publicidad, videojuegos, música mainstream, y en tecnología con gadgets de aspecto retro por ejemplo.
Del 2010 al 2020 las redes sociales mostraron músculo como los medios de poder definitivos a la hora de impulsar o disolver modas, compañías, gobiernos, ideologías y, por supuesto, géneros musicales. El vaporwave inició como una crítica posmoderna del consumismo y materialismo de décadas pasadas. Sin embargo, resultó en un detonante de la añoranza del sector productivo del presente (millennials) hacia épocas donde la vida era, quizá con todo ese “materialismo” y sin la hiperconectividad de hoy en día; más sencilla.
