La mayoría de los días del año son ordinarios. Comienzan y acaban muchas veces sin crear ningún recuerdo duradero en su transcurso. Sin embargo, son importantes pues forjan rutinas: disciplina, estudio, trabajo, dedicación.
Los días distintos tienen destellos. Traen consigo sucesos memorables, artífices de generar impulsos que cambian nuestras vidas.
Esta es la historia de Georgina Escobar Trejo, actriz y maga ilusionista. Originaria de Pachuca y profesional de las artes en escena, radicada en Xalapa.
Al comenzar nuestra charla en un céntrico café de la ciudad, noté con claridad que estaba en presencia de una artista orientada con sus cinco sentidos (más un sexto), no solo a objetivos profesionales, sino a la construcción de una vida artística con ímpetu incombustible.
“Cuando tenía 15 años, vi el espectáculo de Avner el excéntrico, pensé ¡Wow!… ¡esto es lo quiero hacer! Me vi en el escenario y desde ese momento busqué la manera de hacerlo. Ver un payaso como Avner, con el dominio total de la disciplina del clown, tuvo mucho impacto en mi”

Su influencia en la magia está ligada a un momento memorable. Al presenciar aquel espectáculo, tal y como la joven ilusionista lo define, le mostró un camino hacia el futuro.
“A partir de ahí me fue atrayendo mucho la conexión. Me metí a un taller de magia-ilusionismo”.
Se sabe de sobra cuan pocos hay en cada generación quienes, por convicción y determinación, se decantarían por la travesía de una carrera en la magia. Gina intenta abrir caminos luchando día con día para construir un huerto en la industria. Por esa razón, el arte ilusionista la eligió a ella y no al revés.
“Los payasos de circo hacen trapecio, acrobacias, magia, tocan un instrumento, cantan y aparte, hacen sus rutinas de payaso. Es una disciplina con muchas disciplinas. Eso lo convierte en un espectáculo multidisciplinario. Yo quería hacer eso”.
No obstante, sus inicios con relación a los escenarios se remontan a la edad de 9 años en la Escuela de Artes de Hidalgo, donde formó parte un grupo de niños de su generación bajo la dirección de Beatriz Valdés.
“Cuando cumplí 18 años, después de una década juntos, el equipo se desintegro. Nos quedamos con la experiencia en el ámbito de la escena, también con las participaciones que obtuvimos en festivales de teatro y congresos. Eso nos condujo a la mayoría a escoger carreras artísticas. Para mí, fue como una familia”.
Con tal formación a su temprana edad, se dirige a la Ciudad de México para seguir en continua preparación. Su platica es cuantiosa de información, cultura y conocimientos.
De sus comienzos, transitamos la conversación hacia su camino profesional y presente.
Preparación e influencias
En la búsqueda de aprender las técnicas escénicas de Jacques Lecoq, llega a Xalapa para estudiar con Karina Eguía, profesora de teatro quién estudio al afamado pedagogo francés en Barcelona. “Quería conocer Xalapa, presenté para la facultad de teatro y quedé”.
Después de egresar de la carrera de teatro en la Unidad de Artes de la Universidad Veracruzana, enfoco su energía en crear espectáculos de magia. “Comencé realizando shows en bares. El lugar donde inicié se llamaba la culpa, en la calle de Barragán”.
Agradecida, habla con cariño de todas esas personas que le ayudaron en sus comienzos. “La dueña del lugar, Mercedes Boullosa, fue super amorosa conmigo. Ella me apoyo con mis primeros espectáculos. Yo tenía apenas nociones de la magia. Solo hacía magia con cartas. Fue después que me adoptó un grupo La flor de la comedia, ellos me invitaron hacer standup”.
Camino y presente
Con la ayuda de los integrantes de la Flor y el ingenio de Gina, todos sumaban para dar un espectáculo de calidad.
“Era una parodia de la Flor de la abundancia. La idea era invitar a un comediante y ese, a su vez, invitaba a otros dos. Y así sucesivamente. Hacían ese espectáculo de micrófonos abiertos donde cualquiera se podía subir y contar lo que quisiera. Yo me subí al escenario e hice un par de actos. Me dijeron: ¡podemos meterle música!, ¡también chistes! … finalmente, hicimos una rutina”.
“De ahí surgieron algunos números que aún sigo manejando, ahí nació el interés por el discurso para mis números de magia”
Actualmente, es parte de la Dirección de Actividades Artísticas de la Secretaría de Educación de Veracruz, donde imparte clases de teatro y zancos; es actriz en la compañía PUSKAT y desarrolla proyectos de investigación referentes al teatro y a la gestión cultural.
En el arte, como en otras disciplinas, el impulso intelectual es una chispa de ignición. Su arduo trabajo viene acompañado de otros elementos: lectura, escritura, investigación, discurso, conocimientos y mucha energía vital.
En su ánimo por construir un binomio entre magia y mensaje, desarrolló el espectáculo familiar “De magia y sus destellos”, procurando realizar nuevos discursos en un amplio terreno para la divulgación dirigida a los niños y adultos. “La idea es enviar un fuerte mensaje sobre el medio ambiente, la sana alimentación o las visiones del mundo actual”.
La maga ilusionista pertenece a esa clase de personas que pasan a la acción y gestionan su talento con empuje e ilusión. “Sigo creyendo que, a la larga, mi objetivo es llegar a ser payaso. Esa es básicamente como mi trayectoria y en esa búsqueda todavía sigo”.
Retos hacia el futuro
Similar a otras extensas áreas y la praxis del conocimiento, podemos identificar la multidisciplinariedad en su profesión. “El mago trabaja muchísimo. Siempre hay disciplinas que debes dominar. Un ejemplo, no puedes perder contacto continuo con las cartas, pierdes la habilidad de lograr la ilusión”.
En el mundo, para hacer que algo funcione, necesitas cumplir con una agenda sin alteraciones. Esa misión diaria demanda sesos, energía y tiempo.
Con mucho entusiasmo me platica sobre un proyecto emergente en paralelo. “Con el grupo la Mula Roja buscamos hacer teatro. La idea es constituirnos, crear proyectos, tener una marca como equipo, con identidad y con trabajo propio”.
Nada está en reposo, todo se mueve, vibra y circula.
“Estamos escribiendo una obra: Hale Bopp. Es un formato unipersonal jugando con el payaso de cara blanca donde introducimos la magia y contamos una historia”.
Crear es la vibración vital, el clic mágico que solo se produce en la medida en que la energía y el momento coinciden.
De cierto modo, en el gran orden de las cosas, comprendí que la maga ilusionista trabaja para forjar recuerdos. Para nuestra buena fortuna, existen los días con magia y destellos.

Entrevista
Si buscas disfrutar de un momento agradable en familia, de encontrar diversión y toque mágico, no te pierdas del espectáculo de Gina, la maga ilusionista.
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Contacto: 2283394272