Petróleo 2.0: entre crisis climática y darwinismo social

¿Acaso nuestra explotación al planeta alcanzo el cénit?

La humanidad avanza sobre una cuerda cada vez más elástica y oscilante.


El actual modelo económico planetario llego a un pico máximo y pronto descenderá, no por la voluntad política, sino por las reglas propias de la naturaleza.

La base económica anclada a la explotación de los recursos naturales para la producción de bienes y servicios, sumado a las mecánicas del mercado posteriores a la guerra fría -entiéndase Regannomics [1982] y Financiarización [1996], provocaron un desequilibrio económico y medio ambiental severo para el planeta.

Según el último estudio de la Global Challenges FoundationPoblación sostenible en tiempos de cambio climático plantea cuán grande puede llegar a ser la población con un sistema de vida sostenible que incluye escenarios del cambio climático y sus límites en el uso de la tierra.

Este informe enfatiza las relaciones entre el crecimiento demográfico, el impacto climático, el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico.

Por un lado, aborda la existencia de una incertidumbre económica presente y para los años siguientes; por el otro, plantea un periodo de deteriodo medioambiental sin precedentes para la historia humana. Sin embargo, este reporte no plantéa el destino, ni se trata de una ventana donde visualizamos nuestro futuro. Tan solo presenta los grandes retos del porvenir y las perspectivas de acción para la mayoría de las naciones del planeta.

En resumen, las sociedades luchan para subsistir entre desequilibrios económicos y escenarios ambientales complejos, donde bien podríamos reconocer que nos encontramos a la mitad de una década límite.

Pero más alla de sonar como la mayoría de los personajes de programas distópicos, a menudo existe algo que escapa de nuestro análisis y que fue el motivo de este artículo.

Si el escenario es tan caótico y el futuro pinta tan mal ¿por qué ahora vivimos muchos años más? ¿Qué expandio la esperanza de vida de las sociedades a un promedio de 75 años y más?


La paradoja gradiente

Las naciones de mundo han reconocido la problemática climática y medioambiental a la que se enfrenta el planeta. Por tal razón, la voluntad política global brindó mayor impulso mediático a las COP’s -Coferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático– con el objetivo de comprometer a los países a reducir los gases producidos por combustibles fósiles y, de esta manera, evitar el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C para el año 2050.

No obstante, en muchos estudios académicos y científicos en instituciones de renombre, se establece al petróleo como el recurso culpable de prolongar la vida humana, siendo característico este indicador de vida en las sociedades posteriores a la segunda guerra mundial. Se establece además, el alcance de la clase media en grueso de la población, hasta mediados de la década de los años noventa.

Por lo tanto, si el petróleo fue la consecuencia de la longevidad de la vida humana y su estilo de vida ¿qué planteamientos se deben de exponer ante el hecho de que existe una campaña global en contra de su producción?

Y esta es una pregunta fascinante pues nos coloca en situación. Que si bien existen muchos problemas de camino hacia el futuro, también contamos con una de las mejores épocas del conocimiento, el desarrollo de comunicaciones y quehacer científico, capaces de amortiguar nuestras problemáticas.

Durante las últimas siete décadas se han creado una serie de avances significativos que contribuyeron a prolongar la vida humana. Avances en la medicina y la salud pública. Se desarrollaron vacunas, antibióticos y tratamientos para enfermedades crónicas que contribuyeron a aumentar la esperanza de vida.

La abundacia de productos agrícolas o la soberanía alimentaria de las naciones, fue detonada por desarrollo de fertilizantes y derivados del petróleo. La generación de energía para la movilidad y el transporte, logro acercar los productos alimentarios a poblaciones lejanas.

Los derivados son exponenciales y están a nuestro alrededor: nuestro refrigerador, por ejemplo, es clave para nuestra propia posibilidad de alimentarnos, prolongando los nutrientes de nuestra comida gracias a la capacidad de un sistema de enfríamiento de los productos. Algo que generaciones pasadas no tuvieron el lujo de obtener.

Pero más alla de entender como ha sido un bien en la modernidad, escapa de nuestro enfoque lo beneficioso que es para nuestra salud y, por ende, para la extensión de nuestra vida.

Los semiconductores hacen posible que, ahora mismo, pueda escribir y desarrollar conocimientos en un dispositivo computacional, clave para el desarrollo de nuestro trabajo y con el cúal, podamos cobrar por ello.

No solo hago uso de mi computadora personal, la partes de la conectividad que utiliza cualquier dispositivo wifi, consumen tres cuartas partes más de energía contando la matriz y los servidores. Todo un sistema creado con partes derivadas.

Y toda esta cantidad de elementos, provienen de la mayor fuente de generación de riqueza en el planeta.

Eficiencia para el futuro

Por lo tanto, el tema del papel del petróleo en la prolongación de la vida humana y su relación con la agenda global en contra de su producción es complejo y multifacético.

Abordar la cuestión de su producción, en el contexto de la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente, requiere un enfoque equilibrado que reconozca tanto los beneficios como los desafíos asociados con este recurso, al tiempo que promueve soluciones sostenibles y justas para todos.

Es importante reconocer que el petróleo ha sido un recurso fundamental en el desarrollo económico y tecnológico de la humanidad. Ha impulsado la industrialización, el transporte moderno, la agricultura intensiva y la producción de bienes de consumo. Factores que aumentan la calidad y la esperanza de vida.

No obstante, también ha contribuido significativamente a la contaminación ambiental, el cambio climático y la dependencia de los combustibles fósiles.

A medida que nos enfrentamos a los impactos negativos del uso excesivo de combustibles fósiles, la parte clave para minimizar sus impactos, es explorar y promover alternativas energéticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Pero más alla de las opotunidades de reducir nuestra dependencia del petróleo y los efectos que provoca el incremento del cambio climático, las energías renovables, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, tambien presentan multiples dificultades.

La producción de estas infraestructuras supone cantidades costosas al sector. Su producción e implementación tienen un impacto al medio ambiente, e incluso, muchos de los componentes son creados de los derivados del petróleo e industrias extractivas, que se transportan por miles de kilómetros en tierra y mar, hasta países matrices quienes contruyen dichas tecnologías.

En esta paradoja, la diversificación energética es clave para reducir nuestros impactos al medio ambiente, y aumentar la resiliencia y la sostenibilidad de nuestros sistemas energéticos.

Esto podría implicar la combinación de múltiples fuentes de energía, incluidas las renovables, el gas natural y la energía nuclear, según las condiciones y necesidades de cada región.

La inversión en investigación y desarrollo de tecnologías energéticas innovadoras es crucial para acelerar la transición hacia un sistema energético más sostenible. Esto incluye avances en almacenamiento de energía, redes inteligentes, transporte eléctrico y captura y almacenamiento de carbono, entre otros.


Para consulta:

The Quest: Energy, Security, and the Remaking of the Modern World

COP’s

Bolsamanía: Entendiendo el petróleo

Paula Campos
Cofundadora y Articulista de Pulse Coder. Enfocada en tópicos sobre el medio ambiente, bienestar y políticas ambientales.

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